Mientras nuestra cliente esperaba para hacer un giro a la izquierda en una carretera en Middlebury, Connecticut, ella fue golpeada varias veces. La conductora que le golpeó, admitió al oficial de policía que respondió al lugar del accidente, que ella había tratado de evitar golpear el vehículo de nuestra cliente girando hacia la izquierda, lo que provocó que chocara con el lado derecho de su propio vehículo en el proceso. Inmediatamente después del primer impacto, un segundo conductor chocó contra la parte trasera del automóvil de nuestra cliente.

En el momento del accidente, nuestra cliente se estaba recuperando de una cirugía lumbar y había estado sin trabajo debido a un caso de compensación laboral. Ella sufrió lesiones adicionales que fueron causadas por el accidente e hicieron peor las lesiones preexistentes. Hubieron informes médicos contradictorios en cuanto a la causa de sus lesiones y el alcance de cualquier discapacidad como resultado del accidente. Los ajustadores de seguros de ambos propietarios de vehículos, argumentaron que sus lesiones preexistentes no empeoraron mucho con el accidente y discutieron sobre qué conductor era responsable por haber empeorado el estado de nuestra cliente.

En vísperas del juicio, acordamos mediar este caso, y luego de una extensa mediación con mucho seguimiento entre las partes, el caso se resolvió por la suma de $160,000.